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La coordinadora proyecta una visita al Papa Francisco Encuentro del “Movimiento Celibato Opcional”: una experiencia del Espíritu

La coordinadora proyecta una visita al Papa Francisco Encuentro del “Movimiento Celibato Opcional”: una experiencia del Espíritu "El camino de la Iglesia es este: reunirse, unirse, escucharse, discutir, rezar y decidir" Redacción, 21 de mayo de 2016 a

La coordinadora proyecta una visita al Papa Francisco

Encuentro del “Movimiento Celibato Opcional”: una experiencia del Espíritu

«El camino de la Iglesia es este: reunirse, unirse, escucharse, discutir, rezar y decidir»

Redacción, 21 de mayo de 2016 a las 09:05

Movimiento que se inició por la secularización de sacerdotes, pero que está cuajando en creación de comunidades cristianas, sin clericalismo, donde muchos sacerdotes han encontrado realización y encuadre evangélico

(Rufo González).- El Hotel-Albergue «Alonso Quijano» de Las Lagunas de Ruidera (Albacete), el pasado fin de semana (13-15 mayo), fue testigo del encuentro de MOCEOP a nivel del Estado Español. Era su Asamblea General de cada tres años. Abierta a amigos, a suscriptores de su revista «Tiempo de hablar. Tiempo de actuar», a todo simpatizante. De casi todas las autonomías hubo participantes.Hasta un joven sacerdote portugués con su esposa e hijo.
Una buena celebración de Pentecostés, en sintonía con el papa Francisco

«El camino de la Iglesia es este: reunirse, unirse, escucharse, discutir, rezar y decidir. Esta es la llamada sinodalidad de la Iglesia, en la que se expresa la comunión de la Iglesia… ¡Es el Espíritu!… `Toda la asamblea calló y escucharon a Bernabé y Pablo, que referían los signos y prodigios que Dios había realizado entre las naciones, por medio de ellos´.. Escuchar, no tener miedo de escuchar. Cuando uno tiene miedo de escuchar, no tiene el Espíritu en el corazón… Docilidad al Espíritu… No tener miedo, cuando vemos que es el Espíritu quien nos llama. El Espíritu a veces nos detiene.. para hacernos ir a otra parte, `no nos deja solos´, nos da valor, nos da la paciencia, nos hace ir seguros por el camino de Jesús, nos ayuda a vencer las resistencias y a ser fuertes en el martirio» (Homilía de Francisco en santa Marta el jueves de la 5ª semana de Pascua sobre He 15, 7-21. 28 abril 2016).
Experiencia del Espíritu ha sido el clima del encuentro

Desde los saludos y acogida a sacerdotes célibes en activo, sacerdotes casados solos y con sus esposas, hijos pequeños… Hasta la comida de despedida. En todo ha brillado la fraternidad, el servicio mutuo, la escucha, el compromiso, la alegría. La cena del viernes, día 13, iniciaba la convivencia. Tras cenar, la Coordinadora de Moceop, Tere Cortés, da la bienvenida programática:

«En Moceop estamos muy preocupados por la mala salud del Planeta, de Europa, de la Iglesia… Lo que hace a miles de personas ser víctimas de la xenofobia, la guerra, el machismo, la corrupción, la desigualdad, el inmovilismo eclesiástico… Ante esto nos hemos inventado un Simposio Médico de Emergencia bajo el título «Curar y cuidar el mundo», para, como ciudadanos y cristianos, tomar cartas en el asunto y aportar nuestras terapias. El programa es parecido al de otras ocasiones: charla este año eclesial sobre «misericordiología», ruta verde de senderismo, talleres, oración, Eucaristía y horas de convivencia e intercambio de experiencias. Entre todas y todos trataremos de hacer un diagnóstico, una cura y una terapia para estas humanopatías».
La oración de la mañana nos ponía a disposición del Espíritu

«Alegre la mañana que nos habla de Ti… Saludamos con gozo la luz que nos llega resucitada y resucitadora…». «Feliz el hombre (y la mujer)… que se enfrenta cada día con su propia realidad…

… que cultivando los dones recibidos, se abre al infinito de Dios que mora en él.

… que busca, aunque se vea incomprendido y solo, la verdad que lo libere…

… que cultiva las raíces de su solidaridad universal…

… que se propuso por encima de todo ser fiel a sí mismo, porque en sí mismo fue camino para el encuentro de Dios con los hombres» (Poema de A. López Baeza).

Muchos expresaron su bienaventuranza. El Padrenuestro, con manos entrelazadas, cerraba el acto.
«Haced caso al corazón»

Fue el título de la conferencia sobre «misericordiología» que expuso el hermano en el ministerio, Domingo Pérez, musicoterapeuta. Por los pueblos de Murcia ejerce el ministerio de cantautor especializado en animación de grupos que quieren transformar la vida para hacerla más feliz. Es la misericordia que él realiza con sus canciones. En su blog podemos percibir el ideal de vida:

«La posibilidad de otro mundo posible, mejor, humano, radicalmente humano, donde la felicidad de la persona sea el objetivo y la norma fundamental, se cimenta en la esperanza, la terca esperanza de hombres y mujeres que, aún contra toda evidencia, creen que es posible… No hay otra labor más importante para mí que trabajar por mantener la terca esperanza viva y fuerte en mí e influir en mi entorno para que esa misma terca esperanza se mantenga y, aún más, crezca».
El cristiano se define también por «la terca esperanza, contra toda evidencia» de que es posible un mundo mejor. A Jesús nadie le echó atrás de su proyecto del Reino, de su Bienaventuranza, de su Felicidad. La identificaba con la voluntad del Creador, al que llamaba «Padre» tiernamente. «Reino de Dios» es progreso personal y social, ajustamiento interior y exterior, plenitud de vida, sentido de vida y muerte, de la alegría y de la tristeza, del esfuerzo y del cansancio, del trabajo y de la fiesta… Todo encuentra sentido en Jesús de Nazaret. La esperanza cristiana es activa, vital. Los cristianos no entendemos la fe en Cristo como una burbuja aislada del mundo, esperando que el cielo nos venga sin esfuerzo ni compromiso. Somos invitados a no estar «plantados mirando al cielo» (He 1, 11). Nos llaman a bajar a la vida y vivirla al estilo de Jesús.
Para «curar y cuidar el mundo», hagamos caso al corazón

Esto es la misericordia: «dar el corazón al necesitado». Pero para dar el corazón hay que tenerlo en condiciones, sano, lleno de bondad, limpio de rencores, ocupado por el Amor con mayúscula que se nos describe en 1Cor 13, 4-7. De aquí que sea necesario hacer «un viaje al, desde, con.. el corazón».

Hay que amueblarse por dentro con la conciencia y el corazón. Pero que éste tenga el lugar central. En este viaje de «la vida al, desde y con… el corazón» hay que llevar «una mochila» personal bien provista de instrumental adecuado para el corazón.
La mochila del amor

No pueden faltar en la mochila unos «anteojos del corazón», para poder mirar con corazón y desde el corazón. Ni un «costurero» para arreglar, coser, recomponer el corazón partido y resquebrajado.

Igualmente un «bolsillo» del corazón, donde guardar el perdón, la ternura, el trabajo..., y poder tirar de ello cuando haga falta. También conviene llevar «un desatascador de oídos» para limpiar lo que impide que todo llegue al corazón, donde «la felicidad siempre puede estar puesta». Tampoco puede faltar en la mochila un mecanismo «para avivar sueños» mortecinos o apagados, encendedor del fuego del amor. Por supuesto, en la mochila de viaje del amor no puede faltar un «libro de texto sobre el amor». Sin saber lo que es amor, sin conocer, sin experiencia… del amor verdadero no se puede emprender su viaje. Un buen libro de viaje del amor es el Evangelio de Jesús, su vida, la vida de sus testigos… Otro aparato muy útil es el «despertador del amor», marca «gratitud» a la vida y a la gente. Todos estos utensilios sirven para «empoderar el corazón»: que cada día sea más decisivo e importante el papel del corazón en nuestra vida.

 


La tarde del sábado: parodia sobre el mundo, el euro y la Iglesia

Tras la conferencia de Domingo Pérez, un largo paseo por los bordes de la gran laguna, llamada «Colgada», sirvió para compartir ruta senderista y ecos suscitados de «misericordia». A la vuelta, la comida y la siesta. A las cuatro y media, una buena sorpresa. En el programa aparecía titulado como «Motivación para el trabajo de Grupos». Fue una parodia o imitación burlesca de una posible obra teatral donde se describía la situación enfermiza de nuestro mundo, de la economía europea y de nuestra Iglesia. El salón de actos se llama: «Hospital de Campaña. Curas sin Fronteras». Enfermos -el mundo, el euro, el Vaticano- pasan por «Urgencias», «Sala de Triaje», «Exploración médica» (endoscopia, ecocardiología…). Los médicos especialistas celebran simposio y dan su diagnóstico. Cada familiar -especie de defensor- aporta explicaciones a las enfermedades, causas, víctimas, etc.
Todos médicos en nuestro Mundo y en nuestra Iglesia

Era el trabajo de grupos. Fuimos invitados a participar en el grupo que nos pareciera más adecuado. 1. Ecología. 2. Mujeres. 3. Refugiados. 4. Iglesia. 5. Desigualdad.

Durante unas dos horas cada grupo trabajó siguiendo este esquema:

1. VER: síntomas: qué nos duele (dolores, fallos, molestias… Debilidades y fortalezas.

2. JUZGAR: diagnóstico: por qué. Causas de esos dolores.

3. ACTUAR: Remedios o terapias más necesarias y urgentes.

Antes de cenar, puesta en común. Un representante lee las conclusiones más generales de su grupo. Percibimos la gran capacidad de análisis que tiene la gente cuando se pone en serio a pensar, la problemática tan compleja, el deseo de mejorar, el compromiso de muchos por avanzar…
Asamblea Moceop

La mañana del domingo de Pentecostés (15 de mayo) se inició con la oración al Espíritu Santo. Se intentó abrir la conciencia personal y comunitaria al Espíritu de Jesús, que «llena el universo», habita el corazón de toda persona y guía la Iglesia como camino de salud y vida para todos. Tras desayunar, la mayor parte de la gente acudió a la Asamblea Moceop.Ramón Alario informó de la actividad de este movimiento apostólico: del congreso internacional de Guadarrama (Madrid), de la difusión del libro «Curas en unas Comunidades Adultas», de la revista «Tiempo de Hablar. Tiempo de Actuar», de la página WEB, de la tarea de acogida y ayuda a todo sacerdote que, por casarse, se ve obligado a dejar el ministerio… La Coordinadora de Moceop informó de su proyecto de visitar al Papa Francisco para transmitirle la vida y los proyectos de Moceop. Movimiento que se inició por la secularización de sacerdotes, pero que está cuajando en creación de comunidades cristianas, sin clericalismo, donde muchos sacerdotes han encontrado realización y encuadre evangélico.
A las 12, la eucaristía de Pencostés: «Tiritas p`a este corazón partío»

Siguiendo el esquema normal eclesial fuimos «tomando conciencia de nuestro corazón» (sístoles, diástoles, ritmias y arritmias). «Qué realidades nos parten el corazón» era la propuesta para responder cada uno, y cantar todos: «La misericordia del Señor, cada día cantaré…».

Las tiritas de Jesús son su Evangelio y su vida resucitada: «Yo soy el camino, la verdad y la vida»… «Acercaos a mí todos los que estáis rendidos y abrumados, que yo os daré respiro»… «Recibid el Espíritu Santo»… Ponemos nuestro corazón roto en manos de Jesús, nos llevamos su tiritas. Se escenifica rasgando un corazón de papel, y empalmándolo con una de sus tiritas.

La dieta de Jesús es su Cuerpo y Sangre resucitados. Él «nos alienta, nos da fuerza, nos hace gritar que otro mundo es necesario ya, aquí y ahora, porque el cielo sólo puede esperar para todas aquellas personas que en la tierra gozan del favor de una vida regalada».

Padrenuestro con las manos entrelazadas. «Danos un corazón, grande para amar. Danos un corazón, fuerte para luchar». Paz intercambiando corazones. Y el canto lleno de fe y de Espíritu: «Resistiré, erguido frente a todo; me volveré de hierro para endurecer la piel… Como el junco que se dobla, pero siempre sigue en pie».
Comida y despedida. Así termina esta experiencia del Espíritu. Clima de entusiasmo, alegría, paz, deseo de trabajar por el Reino. Signos claros de la presencia del Espíritu de Jesús. Deo gratias.