MENSAJE DEL 38 CONGRESO DE TEOLOGÍA
( clicar para abrir el programa ) Congreso 38 Congreso de Teología: Mística y Liberación, en Madrid (7,8 y 9 de septiembre) 38 CONGRESO DE TEOLOGÍA 38-CONGRESO-DE-TEOLOGIA2116MÍSTICA Y LIBERACIÓN Hacia una espiritualidad de ojos abiertos Juan José Tamayo Asociación de Teólogas y

( clicar para abrir el programa ) Congreso
38 Congreso de Teología: Mística y Liberación, en Madrid (7,8 y 9 de septiembre)
38 CONGRESO DE TEOLOGÍA
38-CONGRESO-DE-TEOLOGIA2116MÍSTICA Y LIBERACIÓN
Hacia una espiritualidad de ojos abiertos
Juan José Tamayo
Asociación de Teólogas y Teólogos Juan XXIII
Un nuevo Congreso de Teología, ¡el 38!, con un tema que no habíamos tratado hasta ahora: “Mística y liberación”. Fue el más demandado por los congresistas del anterior:. Tendrá lugar del 7 al 9 de septiembre, Su celebración coincide –y no es causal- con el centenario del nacimiento de Ramón Panikkar, místico itinerante, que supo aunar en su vida y su pensamiento ambas dimensiones con una extraordinaria coherencia. Coincide también con el 90 aniversario de teólogas y teólogos que brillaron con luz propia, vivieron y pensaron la mística no como evasión y huida de la historia, sino en el corazón de la realidad con todas sus contradicciones.
Me refiero a Gustavo Gutiérrez, para quien el método de la teología de la liberación es la espiritualidad; Johan Baptist Metz, que propone una “mística de ojos abiertos”, que lleva a sufrir con el dolor de los demás; Pedro Casaldàliga, que vive la mística en el bien decir estético de su poesía y en el compromiso con los pobres de la tierra; Hans Küng, ejemplo de mística interreligiosa; Dorothee Sölle (1929-2003), que supo compaginar en su vida y su teología armónicamente mística y feminismo desde la resistencia.
Este año es también el ochenta aniversario del nacimiento de los teólogos Leonardo Boff, que definió a los cristianos y cristianas como “contemplativos en la liberación”, y de Jon Sobrino, testigo de la mística vivida en torno al martirio y de la “liberación con espíritu”, convencido como está de que “sin práctica, el espíritu permanece vago, indiferenciado, muchas veces alienante”.
Todos ellos y ellas han hecho realidad la afirmación de Karl Rahner: “El siglo XXI será místico o no será”. Este Congreso, que seguirá la estela de nuestros maestros y maestras, quiere contribuir a que el siglo XXI sea místico desde una perspectiva liberadora. Comenzaremos con una reflexión sobre la mística y la política para mostrar que la mística no se queda en una experiencia espiritual –espiritualista- individual –individualista-, sino que tiene una dimensión crítico-pública, no es evasiva, sino que incide directamente en la vida política al servicio del bien común.
A continuación presentaremos la mística como elemento fundamental de las religiones y como un camino necesario para la superación de los fundamentalismos, que constituyen hoy una de las más graves patologías de las religiones. Dedicaremos una conferencia al sufismo, expresión más depurada y auténtica de la experiencia religiosa del islam. La mística es inseparable de la lucha por la justicia. En esa dirección van las reflexiones sobre la aportación del silencio a la lucha por la justicia, la espiritualidad en la juventud y la aportación de la pensadora francesa Simone Weil, ejemplo de intelectual compasiva y de mística solidaria con los sectores más vulnerables de la sociedad.
La mística no es uniforme, sino que se caracteriza por un amplio pluralismo. No podemos analizar todas sus manifestaciones. Hemos elegido la reflexión sobre dos de ellas: la oriental y la cristiana. Terminaremos con la propuesta de una mística en perspectiva feminista, integradora de las diferentes experiencias religiosas y laicas, que responda a los desafíos de nuestro tiempo, compagine teoría y práctica liberadoras, trabaje por la justicia y contribuya a construir una sociedad fraterno–sororal, sororal sin exclusiones. Una mística, en palabras del teólogo alemán J. B. Metz, “de los ojos abiertos, que nos hacen volver a sufrir por el dolor de los demás: los que nos instan a sublevarnos contra el sin sentido del dolor inocente e injusto; los que suscitan en nosotros hambre y sed de justicia, de una justicia para todos”
Los temas serán tratados desde diferentes disciplinas vinculándolos con las prácticas de liberación en las que estamos comprometidos y los movimientos sociales en los que participamos. Es, por tanto, un Congreso abierto a las personas y colectivos interesados en la propuesta de un nuevo paradigma religioso que puede aportar horizontes liberadores a nuestra sociedad.
Para más información sobre el Congreso podéis consultar la página web: www.congresodeteología.info
Nos vemos el 7 de septiembre. Hasta entonces ¡feliz verano!
MENSAJE DEL 38 CONGRESO DE TEOLOGÍA
Del 7 al 9 de septiembre de 2018 nos hemos reunido en el 38 Congreso de
Teología para compartir experiencias y reflexionar sobre “Mística y Liberación”.
1. Hemos comenzado preguntándonos si, ante las graves situaciones de injusticia
estructural, crecimiento de la desigualdad, maltrato a la Madre Tierra, a los pueblos
originarios, a las mujeres, y tras las dramáticas imágenes de personas migrantes y
refugiadas que mueren anegadas en el intento de acceder a nuestras costas, se puede
seguir hablando de mística. La respuesta solo puede ser afirmativa si nos ponemos del
lado de las víctimas, hacemos una opción radical por las personas pobres y los pueblos
oprimidos y colaboramos en su liberación.
2. Nos hemos preguntado si la mística forma parte de la realidad o es un estado
patológico, para responder que es la apertura al misterio, el descubrimiento de Dios en
el rostro del otro, el conocimiento intuitivo, la salida de sí mismo y el acceso a un nuevo
estado de conciencia para tener una visión distinta y transformadora de la realidad.
3. Hemos descubierto que las personas místicas nada tienen de pasivas. Se
comportan con gran libertad de espíritu, son profundamente críticas con las
instituciones religiosas y políticas y tienen una gran capacidad de desinstalar el sistema.
Ejemplos: Jesús de Nazaret, Pablo de Tarso, Francisco de Asís, el Maestro Eckhart,
Hildegarda de Bingen, Margarita Porete, Thomas Müntzer, Teresa de Ávila, Juan de la
Cruz, Rumi, ibn Arabi, Luther King, Simone Weil. A su vez, hemos sido alertados
sobre el peligro de las personas iluminadas, que se dicen místicas.
4. Nos hemos preguntado por la relación entre mística y política: ¿Pueden ir
juntas, caminan paralelas, son opuestas? ¿Ha influido la mística en la política? La
respuesta a la última pregunta ha sido afirmativa. Las personas místicas viven ligeras de
equipaje, compaginan armónicamente razón y emoción, pueden contribuir a crear una
ciudadanía liberada con capacidad de interiorización, ofrecen nuevos modelos de
convivencia, trabajan por eliminar la pobreza y erradicar las desigualdades.
5. Hemos observado que la relación entre mística y política no es arbitraria, ni
oportunista, sino intrínseca. Más aún, hemos tomado conciencia de la necesidad y
urgencia de una mística de ojos abiertos, corazón solidario y amor políticamente eficaz,
de una mística que lleva a escuchar el grito de la Tierra, el clamor desgarrador de
millones de personas hambrientas de pan y de derechos humanos y a luchar por Otro
Mundo Posible.
6. La mística es inseparable del trabajo por la justicia. Uno de los nombres que
la Biblia hebrea da a Dios es “nuestra Justicia”. La justicia no es, por tanto, solo un
tema político o jurídico; es también teológico.
Página 2 de 2
7. Hemos descubierto la aportación del silencio contemplativo, personal y
comunitario, a la lucha por la justicia. Un silencio que potencia los gritos contra las
injusticias, y especialmente contra la pederastia, ante la situación in extremis que
vivimos tanto a nivel de política global como de la Iglesia católica. El silencio no es lo
opuesto a la acción o a las palabras, sino fuente de poder, perspicacia y perspectiva;
ayuda a que el Espíritu, y no el Ego, guíe nuestras vidas. No aísla de las luchas del
mundo, sino que las abraza al nivel más profundo y es esencial para construir un mundo
más justo.
8. El cristianismo es una religión mística no solo como experiencia espiritual
individual, sino como experiencia política comunitaria, que tiene su fundamento en la
autoridad de las víctimas y su fuerza en la compasión; no se evade de la realidad, sino
que lleva a sublevarnos contra el dolor inocente e injusto.
9. La mística constituye uno de las experiencias más importantes para superar
los fundamentalismos religiosos, que se caracterizan por el fanatismo y la intolerancia
hacia quienes no piensan y creen como nosotros y con frecuencia desembocan en
terrorismo justificado en nombre de Dios.
9. La mística no es uniforme; se caracteriza por un amplio pluralismo, donde
radica su riqueza. Tres han sido los modelos que hemos analizado en este Congreso con
sus afinidades y peculiaridades: el “oriental”, el cristiano y el sufí.
10. Nos comprometemos a vivir una mística en perspectiva feminista,
integradora de las diferentes experiencias religiosas y laicas, que responda a los desafíos
de nuestro tiempo, trabaje por la justicia y contribuya a construir una sociedad fraterno-
sororal y una comunidad eco-humana sin exclusiones de género, etnia, creencia o
increencia religiosa, clase social, procedencia religiosa o identidad afectivo-sexual.
11. Afirmamos, con Raimon Panikkar, que se puede vivir armónicamente una
pluralidad de místicas misteriosamente unificadas; con Leonardo Boff, que las personas
cristianas deben ser “místicas en la liberación”; con Jon Sobrino, que sin práctica, el
espíritu permanece vago y muchas veces alienante; con Gustavo Gutiérrez, que el
método de la teología es la espiritualidad liberadora; con Juan Bautista Metz, que es
necesaria una “mística de ojos abiertos”; con Hans Küng, que hay que lograr una
mística interreligiosa; con Dorothee Sölle, que la mística lleva a la resistencia; con
Pedro Casadáliga, que hay que practicar una espiritualidad contrahegemónica. A ello
nos comprometemos en este Congreso.
En Madrid, a 9 de septiembre de 2018.