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San Antón: la iglesia donde se cura el alma y también el cuerpo

MÉDICOS VOLUNTARIOS ATIENDEN A 'SIN PAPELES' Y 'SIN TECHO' EN LA PARROQUIA DEL PADRE ÁNGEL San Antón: la iglesia donde se cura el alma y también el cuerpo El padre Ángel, párroco de San Antón, y el

MÉDICOS VOLUNTARIOS ATIENDEN A ‘SIN PAPELES’ Y ‘SIN TECHO’ EN LA PARROQUIA DEL PADRE ÁNGEL

San Antón: la iglesia donde se cura el alma y también el cuerpo

Padre Angel dispensario 1

El padre Ángel, párroco de San Antón, y el pediatra Jesús García, artífice del dispensario. / Mensajeros de la Paz

Basta pasar por delante de la parroquia de San Antón, en Madrid, para percatarse de que no es una iglesia al uso: no cierra sus puertas, al más puro estilo 7Eleven, hay wifi gratuito, un rincón donde tomar un café a cambio de la voluntad o de nada en absoluto y siempre hay alguien dispuesto a escucharle… No, no es una parroquia al uso, como tampoco lo es quien está al frente de la misma, el padre Ángel. Tanto es así que desde abril pasado pusieron en marcha una especie de dispensario médico, aunque a ellos les gusta más llamarlo “camilla de la misericordia”. Al frente del mismo, el pediatra Jesús García, quien también ejerce como presidente de la Sociedad Española de Pediatría Social y que trabajó en el Niño Jesús hasta el año pasado: “Estoy jubilado pero en realidad, me siento jubiloso. Me llamó para hacer esto el padre Ángel, que es un hombre de otra galaxia, y claro, como los dos somos asturianos, del mismo pueblo, no pude negarme”, comenta riendo.

Y no solo no se negó sino que el servicio ha ido creciendo con el paso de los meses: al principio estaba él junto con una enfermera y ahora hay todo un cuerpo de facultativos voluntarios, de distintas disciplinas: médicos de familia, pediatras, fisioterapeutas, anestesista, enfermeras y unos dentistas que atienden a los que lo necesiten en sus consultas próximas a la iglesia. También cuentan con una abogada porque tiene entre sus pacientes a varias mujeres embarazadas que viven en la calle: “La letrada hace la gestión para que, cuando den a luz, acudan a un centro donde puedan tener cierta dignidad junto con sus hijos”.

El médico insiste en que ellos no son un sustituto de un centro de salud: “Atendemos a la gente, por supuesto que la diagnosticamos si es necesario, somos un complemento al centro de salud, un apoyo no sustitutivo. Lo que hacemos es derivarles hacia el centro donde pueden atenderle. Ahora mismo acabamos de ver a un señor que se quejaba de un fuerte dolor y le hemos derivado, junto con una carta con mi sello de facultativo, al Gregorio Marañón”, explica.

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Jesús García, pediatra de profesión, en su pequeña consulta en la parroquia de San Antón. / Mensajeros de la Paz

Sobre todo lo que hacen por encima de cualquier otra cosa es escucharles, porque la gente puede tener heridas físicas pero a sus pacientes sobre todo, les duele el alma. “Les escuchamos, nos cuentan sus penas, hay que tener empatía con la gente que vive en la calle, saber ponerse en su lugar, lo que está haciendo Europa con los refugiados no tiene nombre”, afirma. E incide: “Nosotros no hacemos caridad, sino justicia social, lo de la limosna es muy de la figura del católico pero no es nuestro caso”, explica.

A la camilla llegan muchos sin papeles, muchos sin techo y gente que pudiendo ir a un centro de salud, no acude. De todas las edades y nacionalidades: “Esto es como la ONU”, bromea el médico. Ahora están poniendo en marcha lo que él denomina la Caravana de la Salud: “Acudimos a barrios problemáticos, a ver a familias, a concienciarles sobre prevención, vacunas, etc”.

¿Dolencias? De todo tipo: llegan alcohólicos, drogadictos, enfermos de cáncer, personas con enfermedades crónicas… Cuando es necesario, echan mano de los servicios del Samur y del Suma y también dispensan medicinas, gracias a la labor de unas 7 farmacias solidarias que donan medicamentos. “Este es uno de los grandes problemas: esta gente acude a los centros de salud pero luego no dispone de dinero para los tratamientos, de ahí que sea tan importante la labor de estos farmacéuticos”, añade.

En el dispensario atienden todos los días, de lunes a sábado, en dos turnos: por las mañanas de 10 a 12 y por las tardes, de 17 a 20 horas. “Aunque si hay que salir más tarde, se sale más tarde.Y puedes poner mi móvil en el artículo, yo estoy disponible 24 horas al día”, insiste García.
Para ayudar, tome nota de los siguientes datos:

Teléfono del dispensario: 91 364 39 40. Teléfono de Jesús García: 607 732 399. Mails: info@mensajerosdelapaz.com y jesusgarciaperez.pediatra@gmail.com

(*) Lucía Martín es periodista.
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