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Los obispos venezolanos advierten que si el diálogo Gobierno-oposición no avanza, «es posible que haya una guerra civil»

Porras: “Este régimen ha sumido a todo el país es en una pobreza mayor, que era desconocida” Los obispos venezolanos advierten que si el diálogo Gobierno-oposición no avanza, "es posible que haya una guerra civil" El neocardenal

Porras: “Este régimen ha sumido a todo el país es en una pobreza mayor, que era desconocida”

Los obispos venezolanos advierten que si el diálogo Gobierno-oposición no avanza, «es posible que haya una guerra civil»

El neocardenal subraya que la Iglesia de su país «no está con la oposición, está con la gente»

En un país donde «no hay que comer, no hay medicamentos, la violencia está desatada y la impunidad y la corrupción son evidentes»

(J. B./Agencias).- La «mesa de diálogo» entre el Gobierno y la oposición venezolana avanzan a buen ritmo gracias, entre otros aspectos, a la mediación de la Iglesia. La situación, con todo, es frágil. Tanto es así que el responsable de comunicación del Episcopado venezolano, Pedro Pablo Aguiar, ha admitido que si ésta «no avanza, es posible que haya una guerra civil» en el país.

En declaraciones a los medios en Roma, donde se encuentra acompañando al neocardenal Baltazar Enrique Porras Cardozo, Aguilar subrayó que «han sido 18 años en los que se ha sembrado un lenguaje de odio» y que, pese a los avances en el diálogo, «hay un lenguaje muy agresivo. Ha habido mucha represión».

«En Venezuela, si uno no está a favor de lo que dice el Gobierno, es enemigo», destacó el responsable de la comunicación del episcopado del país, quien lamentó que los venezolanos sean «cada vez más pobres», y denunció que Venezuela «atraviesa una situación de crisis humanitaria».

Así, denunció que «diariamente mueren de 1 a 2 niños por desnutrición» y que «cada fin de semana por lo menos 200 personas» son asesinadas en el país, que además muestra una fuerte carencia de medicinas y alimentos.

Por su parte, el cardenal Porras incidió en que la Iglesia de su país «no está con la oposición, está con la gente». «En estos últimos cincuenta años la postura de la Iglesia ha sido siempre la de señalar los problemas», en un país donde «no hay que comer, no hay medicamentos, la violencia está desatada y la impunidad y la corrupción son evidentes».

«En Venezuela se han cerrado en estos 18 años más de 5.000 empresas, casi todo lo que nosotros producíamos ahora es importado, no hay prácticamente producción de nada. Con este sistema, que quiere calcar en buena parte un poco el régimen cubano con su ejemplo, en lo que ha sumido a todo el país es en una pobreza mayor, que era desconocida», subrayó el arzobispo.

Porras reconoció que «las relaciones con las personas del alto Gobierno» son complicadas y destacó que lo eran ya en tiempos de Hugo Chávez. «Desde el principio -recordó- el presidente Chávez lo que hizo fue ofrecernos a la Conferencia Episcopal, que le diéramos nombres de sacerdotes y obispos para nombrarlos ministros de lo que quisieran».

 

«Me tocó a mí decirle ‘presidente, nosotros no vinimos aquí a negociar puestos, no es eso lo que queremos hacer’, (a lo que Chávez respondió) ‘ah, entonces ustedes no son amigos, sino enemigos’«, apuntó.

Sobre la mesa de diálogo abierta en el país, Porras aplaudió que «es están dando pasos gracias a la paciencia y la constancia». «La situación en Venezuela no es la misma que desde hace un año, se ha ganado muchísimo, uno quisiera que fuera mañana, pero con paciencia y constancia todo se puede», subrayó.

No obstante, reconoció que existe entre la población una «desconfianza muy grande»porque en anteriores ocasiones en las que se han iniciado conversaciones, estas «han quedado en absolutamente nada».

Porras Cardozo también agradeció el nombramiento como cardenal al papa Francisco y confesó que recibió una carta de Jorge Bergoglio, en la que le señalaba la felicitación por el cargo pero al mismo tiempo le hacía saber que ser cardenal implica también «una responsabilidad principalmente con los más pobres«.

Respecto al pontífice argentino, Porras Cardozo opinó que el papa ha demostrado en diversas ocasiones «un interés especial por Venezuela» y celebró que «nunca como ahora en el Vaticano ha habido altos jerarcas que han tenido una relación directa y bastante cercana con la realidad venezolana».

«Creo que en Europa y en Estados Unidos (…) se ve a veces el estilo del papa Francisco como una cosa así de un párroco bueno, que no tiene mucha profundidad de pensamiento, que se trata simplemente de un buen pastor, y creo que es un error», expuso.

En esta línea, dijo que el reciente nombramiento de Arturo Sosa como superior general de los jesuitas «tiene que ver también no solo con Venezuela sino con la realidad en América Latina», porque la situación que ocurre en el país venezolano «interesa también al resto del continente».

 

 

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